Tu Biblia dice: No juzguen a nadie, para que Dios no los juzgue a ustedes, S. Mateo 7: 1.
CON FRECUENCIA, JESÚS decía cosas curiosas para que la gente no olvidara sus lecciones. Una vez habló de la gente que anda con tablas enormes en sus ojos.
¿Te ha entrado tierra a los ojos alguna vez? Duele mucho, ¿verdad? Jesús dijo a la gente:
-¿Por qué le dices a tu hermano «Deja que te saque esa astilla del ojo»? ¡Primero mírate! Todavía traes un tronco entero en tu propio ojo.
Con eso, Jesús quiso decir: «¿Cómo pueden hacer un escándalo de los pequeños defectos de los demás, y no darse cuenta de los grandes defectos que ustedes tienen? Mejoren personalmente antes de tratar de corregir a otra persona». Los chismosos dicen: «Mamá, mi hermano se portó mal», o «Papá, mi hermana perdió tu destornillador». Cuando yo era chismosa(o), mi
mamá o mi papá me decían: «Tienes que prestar atención al número uno». Querían que me asegurara de que hiciera lo correcto y no me preocupara por lo que hacían los demás.
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